Desde que tenemos conocimiento podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la pornografía existe desde el principio de la civilización, así que podemos asegurar que el ocio para adultos ha existido siempre y ha evolucionado con el tiempo como todos los factores que nos afectan a todos nosotros. Por aportar algún que otro dato histórico, ya en las ruinas de la ciudad romana de Pompeya se encontraron miles de frescos y esculturas sexualmente explícitas, la mayoría desaparecieron tras la erupción del Vesubio .., así que sabíamos de sobra que desde la aparición de internet el consumo de la pornografía se ha disparado hasta niveles nunca antes vistos, podemos asegurar que internet es para el porno y un ejemplo son las webs de videos porno gratis x. Ahora bien, la pregunta es si el uso abusivo de la pornografía puede afectar al cerebro?.
Hay que empezar afirmando que el consumo responsable de porno como de todo en la vida no afecta para nada e incluso puede ser hasta sano, nos puede ayudar en la relación con nuestra pareja, en montarnos fantasías sexuales que siempre nos vendrá bien para dar un poco de picante a esa relación tan larga y duradera en años, pero, y si abusamos de consumir porno? nos puede afectar? pues parece que a largo plazo, el porno parece provocar disfunciones sexuales, especialmente en forma de incapacidad para conseguir erecciones o para alcanzar el orgasmo al mantener relaciones con otra persona, volcamos toda la energía en ver los videos de sexo online y apenas nos queda energía para volcarla en nuestra pareja? algunos científicos incluso han establecido paralelismos entre el consumo de pornografía y el abuso de sustancias.
Aportamos otro dato más que interesante, desde la aparición de internet, el consumo pornográfico se ha disparado hasta niveles asombrosos. Pornhub, la web de porno gratuito más grande de la red, recibió más de 35.500 millones de visitas solo en 2019. Muchos nos hemos llegado a preguntar hasta qué punto el contenido para adultos domina internet y las búsquedas? pues eso significa que cuando tenemos hambre acudimos a la nevera y siempre tenemos algo para picar, cuando nos vemos en la necesidad de consumir porno acudimos a internet y tenemos a nuestra disposición el mejor porno gratis por categorías y eso evita que acudamos a nuestra para para lograr una gratificación sexual lo que hace que la relación poco a poco se vaya enfriando y acabe afectando sin lugar a dudas, muchas veces el teléfono móvil sustituye a nuestra pareja y esto pasa cuando consumimos porno con mucha frecuencia y en diferentes sitios, llevamos en nuestro terminal todo un mundo de posibilidades.
Otro dato curioso recabado por Pornhub revela que el sexo convencional cada vez interesa menos a los consumidores, que lo sustituyen por temáticas como el incesto, el sexo fuerte o las penetraciones anales, todo eso que con nuestra pareja es casi imposible realizar y que tenemos a mano siempre en internet, además, cada día miles de chicas en todo el mundo acceden a los famosos casting para acceder a grabar sexo con profesionales y las que no se atreven aún a dar ese paso se ganan un dinero ofreciendo shows en directo desde su habitación a través de la webcam.
Hay que tener presente que el cerebro responda a la estimulación sexual liberando dopamina. Marco Iacoboni, profesor de Psiquiatría en la Universidad de California en Los Ángeles en declaraciones al portal web de la BBC conjetura con la probabilidad de que estos sistemas posean el potencial de estimular el comportamiento violento: «El mecanismo imitador del cerebro indica que nos vemos influenciados automáticamente por todo aquello que percibimos, por lo que cabe la posibilidad de que exista un mecanismo neurobiológico que contagie la conducta violenta» afirmó, así pues el sexo tiene en cierto modo su conocimiento y el porno es su máxima expresión.