Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se están difundiendo rápidamente en todo el mundo y se prevé que en los próximos 5 años el uso de los teléfonos móviles inteligentes estará ampliamente difundido, conectando a millones de personas a Internet.
Entre los hombres gais, la aparición de aplicaciones de redes sociales para teléfonos móviles se han convertido en una herramienta importante para contactar con otros hombres, llegando casi a desplazar a los tradicionales portales de contacto gay por Internet.
En el 2009 apareció Grindr, la primera aplicación geo-social para gais. Se trata de una aplicación que permite a los usuarios que la tienen instalada localizar y comunicarse con otros hombres que se encuentren en las proximidades. Desde entonces han ido apareciendo otras aplicaciones con diferentes formatos y funcionalidades (p.ej., Bender, Scruff) haciendo más diversa las opciones para garantizar una buena búsqueda y elección.
Según varios estudios, el principal uso de estas aplicaciones móviles es buscar encuentros sexuales con parejas ocasionales.
La preferencia actual por el uso de estas apps está teniendo un efecto añadido al impacto que tuvo Internet sobre la conducta sexual de los hombres gais y bisexuales en la década pasada.
Por ejemplo, el conocimiento de la cercanía física de las potenciales parejas sexuales favorece con menos esfuerzo el éxito del encuentro.
Una mayor globalización del uso de estas apps ofrece también una mayor visibilización de ciertas prácticas sexuales (p.ej., fisting, sexo en grupo) o fetichismos (p.ej., leather) lo cual permite acceder rápidamente a hombres con los mismos intereses sexuales.
Además, la utilidad de estas apps es que puede favorecer la implementación de intervenciones en salud sexual dirigidas a los hombres gais y bisexuales cuyos usuarios representarían una “población cautiva”.